INSOMNIO

Jamás imaginé que vería tantos amaneceres....

Que distintos éstos de los que contemplé antes de tu marcha.

Recuerdo que siempre que ví amanecer fué en el mar, en esos días en los que junto con algunos amigos, nos embarcábamos en la "Bagala" y salíamos a la aventura tres o cuatro días, por la Costa Brava a desconectar del mundo.

Yo me empeñaba en hacerte partícipe de mi emoción cuando contemplaba esos amaneceres maravillosos y tú, con cara de sueño, venías a mi lado y me abrazabas intentando mostrar el mismo interés. Aunque en realidad sé que pensabas "Visto uno, vistos todos" . Pero tu amor era tan grande que siempre intentabas hacerme feliz en todo lo que estaba en tu mano. A mí y a todos los que te rodeaban. ¡Cuánta generosidad había en tí!

Ahora ¡lLas noches son tan largas!. . . y ¡los amaneceres tan duros! Ya no me emocionan sino que me entristecen y el cuerpo se resiente de las pocas horas de sueño, mientras mi cabeza parece a punto de estallar.

Dios . . . ¡Cuanto te extraño!